200 años antes

200 años antes
Dr Manuel Belgrano

martes, 17 de julio de 2007

¿Vieja y olvidada escuela?


¿El cadete de Náutica tiene honor? ¿O solo aguanta y aparenta hasta terminar la escuela?¿Tiene un código? ¿O solo es el presunto compañerismo de cubrir al otro para que no le pongan falta o lo sancionen? Y siendo oficial ¿cree en algo? ¿O solo piensa en que hacer con la inmensa cantidad de dinero que va a juntar por no hacer nada como le contaron en sus años de cadete?

Parece que algunas personas, en un tiempo ya olvidado pensó diferente y escribió lo siguiente:

Código de honor del cadete de náutica

Ser hombre de bien, veraz, leal, honesto, digno y decente tanto en su vida privada como en el servicio.
No divulgar los asuntos del servicio, manteniendo el prestigio de la Escuela Nacional de Náutica en sus conversaciones con familiares y amistades. Tener siempre presente, que quien se lamenta fuera de los ámbitos de la Escuela de las pretendidas injusticias de la vida en ella, no pone en evidencia otra cosa que su esfuerzo para justificar ante su conciencia la propia falta de hombría.
Seleccionar sus relaciones privadas entre gente honorable cuyas costumbres y educación las muestre como tal.
No tolerar en el cuerpo de cadetes, compañeros indignos de pertenecer al mismo por su conducta privada tanto dentro como fuera de la Escuela, aconsejando a aquel que vaya por el mal camino, propiciando la amonestación colectiva por la promoción si no se corrige, la que pondrá en evidencia ante la superioridad si el cadete mantiene fallas graves sin mostrar deseos de corrección.
No tolerar agravio o insulto alguno a su persona, a un camarada, al cuerpo de cadetes, a la Marina Mercante o a la Armada Nacional exigiendo la condigna satisfacción y poniendo el hecho en conocimiento de sus superiores.

Credo del oficial de la Marina Mercante

A la aplicación, buena conducta, subordinación al superior, circunspección afable con el subalterno, respeto a la dignidad de las demás carreras, urbanidad general, actividad y celo incansable en la fatiga, y finalmente el ideal de dedicar todos sus esfuerzos a velar por los intereses argentinos en el mar y hacer del cuidado de la vida y de la seguridad de las personas que se le confían el mayor de sus desvelos, que son cualidades que caracterizan de digno a un oficial; debe unir el oficial de marina mercante, conocimientos propios de los muchos ramos de su carrera, considerando que si ignora no puede mandar y que si algún acaso le pone en cargo superior a su inteligencia, estará en el continuado desaire de darlo a conocer a sus subordinados y en igual riesgo de perder su estimación.

Este credo fue tomado y modificado apartir de el artículo 2º del Tratado Tercero de las Ordenanzas Generales de la Armada Naval (Española), año 1.793, vigentes hasta que fueron sustituidas por las Reales Ordenanzas de la Armada promulgadas en 1.984 por S. M. El Rey Juan Carlos I.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Destacio, felicitaciones

Muy buena tu página; muy didactica. Hasta hace parecer a la ESNN un lugar de verdad. jajjaja

Seguí así!