200 años antes

200 años antes
Dr Manuel Belgrano

viernes, 22 de junio de 2007

“Con las olas a luchar”




La entrada en vigor en 1778 del Real Reglamento de Aranceles de Comercio Libre, junto al permanente arribo de toneladas de plata provenientes del Alto Perú que partían hacia España, aumentó notablemente el volumen del comercio de Buenos Aires. Esto no pasaba inadvertido a los portugueses e ingleses. Las naves españolas, cargadas de valores, eran atacadas en alta mar por los mismos mercantes que comerciaban en el mercado negro de los puertos cercanos a Buenos Aires o Montevideo.
El establecimiento de la Escuela de Náutica, reforzó la añeja rivalidad entre Buenos Aires y Montevideo. Los ataques portugueses ya eran alevosos. Las impunes naves enemigas podían verse en el horizonte argentino del río. Colmada la paciencia y exasperados por las cuantiosas pérdidas económicas, en noviembre de 1800, a instancias de Belgrano, la Junta de Gobierno del Real Consulado porteño resuelve recaudar fondos para armar buques mercantes en corso para la defensa de la ciudad y el comercio. Finalizados los trámites administrativos, el 28 de marzo de 1801, el buque del consulado se encontraba fondeado en las Balizas, frente a Buenos Aires. El "Antilop" era un bergantín guarnido como goleta, artillado con 4 carronadas cortas de 16 libras y 14 cañones. El Consulado había confiado el comando en el capitán mercante, Don Juan Bautista Egaña, un prestigioso criollo, que prestaba servicios en el puerto del Callao. La nave llevaría el nombre "San Francisco Xavier", aunque todos conocerían al buque por su alias de "Buenos Aires".
Su viaje inaugural, el 11 de abril, llevando a su bordo varios cadetes de la Escuela de Náutica quienes, según su instituto, y por especial iniciativa de su Segundo Director -el piloto mercante Juan de Alsina- pues se inclinaba decididamente hacia la enseñanza práctica. Según su idea, los cadetes "…debían saber cortar las jarcias, y otras faenas, para que cuando sean jefes, conozcan aquello que van a mandar…". La iniciativa de Belgrano daba frutos concretos, y el comercio estaba protegido por una fuerza naval propia con un poder disuasorio suficiente.La helada mañana del 25 de agosto de 1801, zarpa el "San Francisco Xavier" en el viaje de corso que lo llevaría a la gloria. La patrulla se extendería hasta donde fuese necesario. Recorrieron la costa sur de Buenos Aires, para luego subir por la costa oriental del Uruguay y más allá hacia el norte. El amanecer del 12 de octubre el bergantín criollo se encontraba al norte del Brasil, allí divisó un paquebote armado en guerra, con más de 20 cañones de gran calibre, y dos mercantes, un bergantín y una zumaca. Resuelto el capitán criollo a la acción, y a darle la victoria a las armas de Su Majestad, ordenó largar todo aparejo en ademán de huir, a fin de engañar al enemigo. En ese estado de la persecución, viró Egaña repentinamente "por avante", quedando "de vuelta encontrada" con el enemigo. En pocos minutos las bordas del "San Francisco Xavier" y del "San Juan Bautista" quedaron enfrentadas y a tiro de fusil. Antes de que los portugueses pudieran salir de su asombro, el bergantín porteño descargó toda la artillería que tenía previamente lista con bala y metralla, para cubrir el abordaje. El desorden y horror provocado entre los portugueses, abrió paso a los 36 hombres del "San Francisco Xavier" quienes, a la voz de Egaña, abordaron el paquebote, con sable y pistola en mano.A las 10:30 de esa mañana, el paquebote se rendía bajo el pabellón de España. Habían muerto 7 portugueses, entre ellos su piloto; y otros 30 salieron heridos, contando a su capitán, quien lo estaba de gravedad. El propio Egaña había recibido serias heridas.A pocas millas del combate Egaña apresó a ambos buques mercantes, descubriendo que en el bergantín llevaban 250 esclavos, y la zumaca estaba cargada de carnes.Como premio a tan valerosa acción de guerra, se obsequió a Egaña con un "sable con su cinturón a nombre de este Real Consulado con Puño de Oro y las armas de este mismo Cuerpo con la inscripción correspondiente que en todo tiempo acredite su valor y pericia".A pesar de los resultados positivos, oscuras presiones ejercidas desde el anonimato por sicarios que veían en la "Armada de Buenos Aires" la evidencia de su inoperancia, hizo que esta vea el fin de sus días de gloria. En febrero de 1802, el Bergantín San Francisco Xavier Alias Buenos Ayres" es finalmente vendido.

1 comentario:

Tpk dijo...

Uno crea una pagina en internet y a los 2 dias ya se hace publica. Y bueno, es asi...


Muy buen contenido, me gusto lo de los bedeles je, y los trabajos practicos tambien, bastante interesante.